I Tesalonicenses 2, 15-16

Éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas, y los que nos han perseguido a nosotros*. No agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, pues nos impiden predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados. Pero la ira* descargó sobre ellos con vehemencia.
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