Genesis 27, 41-45

Esaú se enemistó con Jacob a causa de la bendición que le había dado su padre. Se dijo Esaú: «Se acercan ya los días del luto por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob.» Al enterarse Rebeca de las palabras de Esaú, su hijo mayor, mandó llamar a Jacob, su hijo pequeño, y le dijo: «Mira, tu hermano Esaú va a vengarse de ti matándote. Ahora, pues, hijo mío, hazme caso: avíate y huye a Jarán, a donde mi hermano Labán, y te quedas con él una temporada, hasta que se calme la cólera de tu hermano. Cuando se calme la ira de tu hermano contra ti y olvide lo que has hecho, enviaré a que te traigan de allí. ¿Por qué he de perderos a los dos en un mismo día*
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