Hechos 21, 23-27

Es mejor que hagas lo que te vamos a decir. Mira, hay aquí entre nosotros cuatro hombres que tienen que cumplir un voto. Tómalos y purifícate con ellos; y paga tú en su lugar, para que se rapen la cabeza*. Así todos entenderán que no hay nada de lo que han oído decir de ti; que tú también te portas como un cumplidor de la Ley. En cuanto a los gentiles que han abrazado la fe, ya les escribimos nosotros nuestra decisión: Abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de animal estrangulado y de las uniones ilegítimas*.» Pablo tomó entonces a los hombres y, al día siguiente, tras haberse purificado con ellos, entró en el Templo para decir cuándo acababan los días de la purificación en que se había de presentar la ofrenda por cada uno de ellos*. Cuando estaban a punto de cumplirse los siete días, los judíos venidos de Asia lo vieron en el Templo. Amotinaron entonces a todo el pueblo, lo echaron mano
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