Isaías 15, 5-9

Su corazón por Moab grita, sus fugitivos no paran hasta Soar (Eglat Selisiyá*). ¡La cuesta de Lujit la suben llorando, y por el camino de Joronáin dan gritos desgarrados! ¡Las aguas de Nimrín son un sequedal, y se ha secado la hierba, se agostó el césped, no hay verdor! Por eso hicieron ahorros, y se llevan sus reservas allende el arroyo de los Sauces. Los gritos han rodeado las fronteras de Moab; hasta Egláin llega su alarido, hasta Beer Elín su ulular. ¡Las aguas de Dimón están ensangrentadas*! Pero más añadiré contra Dimón: ¡Para los escapados de Moab un león, y para los que queden en su suelo!
Ver contexto