Isaías 28, 1-4

¡Ay de la arrogante corona de los borrachos de Efraín! ¡Sólo un capullo marchito son su gala y sus adornos en el cabezo del valle fértil de los aficionados al vino! Pero uno, fuerte y robusto, enviado por el Señor, como una granizada, como huracán devastador, como torrente de aguas desbordadas, los abatirá por tierra con la mano. Con los pies será hollada la arrogante corona de los borrachos de Efraín, y el capullo marchito de su gala y sus adornos que está en el cabezo del valle fértil. Serán como breva que precede al verano, que, en cuanto alguien la ve, la toma con la mano y se la come.
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