Isaías 33, 10-16

Ahora me levanto —dice Yahvé—, ahora me alzo, ahora me yergo. Concebiréis forraje, pariréis paja, y mi soplo* como fuego os devorará; los pueblos serán calcinados, quemados como espinos segados. Oíd, los alejados, lo que he hecho; enteraos, los cercanos, de mi fuerza. Se espantaron en Sión los pecadores, paralizó un temblor a los impíos: «¿Quién de nosotros podrá habitar en medio de un fuego devorador?, ¿quién de nosotros podrá habitar en medio de brasas eternas?» El que camina en la justicia, el que se pronuncia con rectitud; el que rehúsa ganancias fraudulentas, el que se sacude la mano para no aceptar soborno, el que se tapa las orejas para no oír hablar de crímenes, y cierra sus ojos para no imitar el mal. Ése morará en las alturas, se refugiará en un baluarte rocoso, recibirá su pan y tendrá agua segura*.
Ver contexto