Jeremías  26, 21-24

Cuando el rey Joaquín y todos sus oficiales y dignatarios oyeron sus palabras, el rey buscó la ocasión para matarle. Al enterarse Urías, tuvo miedo y huyó, refugiándose en Egipto. Pero envió* el rey Joaquín a Elnatán, hijo de Acbor, y otros con él a Egipto. Sacaron a Urías de Egipto y lo trajeron al rey Joaquín, quien lo ajustició a espada, y echaron su cadáver a la fosa común. Pero Ajicán, hijo de Safán*, defendió a Jeremías e impidió que fuera entregado en manos del pueblo para matarle.
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