Jeremías  9, 5-9

[[9:4]] Se engañan unos a otros, ninguno dice la verdad; han avezado sus lenguas a mentir, se han pervertido [[9:5]] de convertirse)*. Fraude y más fraude, engaño y más engaño: se niegan a reconocer a Yahvé. [[9:6]] Por eso, así dice Yahvé Sebaot: He decidido afinarlos y probarlos; ¿qué otra cosa puedo hacer con la capital de mi pueblo? [[9:7]] Su lengua es saeta mortífera, las palabras de su boca, embusteras. La gente saluda a su prójimo, pero por dentro le pone una trampa. [[9:8]] ¿Y no voy a castigarlos por estas acciones? —oráculo de Yahvé—; ¿no voy a vengarme de una nación así?
Ver contexto