Juan  20, 26-29

Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» Luego se dirigió a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado*; y no seas incrédulo, sino creyente.» Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» Replicó Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído*
Ver contexto