Lucas 4, 23-27

Él les respondió: «Seguramente me vais a aplicar el refrán que dice: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaún*, hazlo también aquí en tu patria.» Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien recibido en su patria.» «Os digo de verdad que en vida de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país, había muchas viudas en Israel; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»
Ver contexto