Marcos 11, 12-14

Al día siguiente, cuando salían de Betania, sintió hambre. Al ver de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella. Se acercó a ella, pero no encontró más que hojas. (Es que no era tiempo de higos.) Entonces le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!» Sus discípulos oyeron lo que decía.
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