Marcos 13, 5-13

Jesús empezó a decirles: «Mirad que no os engañe nadie, pues vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’, y engañarán a muchos. Cuando oigáis hablar de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis. Es necesario que eso suceda, pero no es todavía el fin. Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino; habrá terremotos en diversos lugares, y se padecerá hambre. Esto será el comienzo de los dolores de alumbramiento. «En cuanto a vosotros, mirad por vosotros mismos, pues os entregarán a los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y compareceréis ante gobernadores y reyes por mi causa, para que deis testimonio ante ellos. Pero es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todos los pueblos. «Cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis de qué vais a hablar; hablad lo que se os comunique en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis; será el Espíritu Santo. Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se rebelarán hijos contra padres y los matarán. Seréis odiados por todos a causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin se salvará.
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