Salmos 19, 2-7

[[3]] el día al día comunica el mensaje, la noche a la noche le pasa la noticia. [[4]] Sin hablar y sin palabras, y sin voz que pueda oírse*, [[5]] por toda la tierra resuena su proclama, por los confines del orbe sus palabras. En lo alto, para el sol, plantó una tienda, [[6]] y él, como esposo que sale de su alcoba, se recrea, como atleta, corriendo su carrera*. [[7]] Tiene su salida en un extremo del cielo, y su órbita alcanza al otro extremo, sin que haya nada que escape a su ardor. [[8]] La ley de Yahvé es perfecta, hace revivir; el dictamen de Yahvé es veraz, instruye al ingenuo.
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