Genesis 23, 6-8

– Escúchanos, señor: tú eres un jefe insigne entre nosotros; entierra a tu difunta en el mejor de nuestros sepulcros; nadie de nosotros te negará una sepultura para tu difunta. Abrahán se levantó, hizo una inclinación a los propietarios hititas y les habló así:
– Si realmente tienen voluntad de que entierre a mi difunta, escúchenme: supliquen en mi nombre a Efrón, hijo de Sójar,
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