Genesis 1, 16-21

E hizo Dios los dos grandes astros: el astro mayor para regir el día, el astro menor para regir la noche, y las estrellas. Y los puso Dios en el firmamento del cielo para dar luz sobre la tierra; para regir el día y la noche, para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: éste fue el día cuarto. Y dijo Dios:
– Llénense las aguas de multitud de vivientes, y vuelen pájaros sobre la tierra frente al firmamento del cielo. Y creó Dios los cetáceos y los vivientes que se deslizan y que llenan las aguas según sus especies, y las aves aladas según sus especies. Y vio Dios que era bueno.
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