Lucas 13, 31-35


Lamentación por Jerusalén
Mt 23,37-39

En aquel momento se acercaron unos fariseos a decirle:
– Sal y retírate de aquí, porque Herodes intenta matarte. Jesús les contestó:
– Vayan a decir a ese zorro: mira, hoy y mañana expulso demonios y realizo sanaciones; pasado mañana terminaré. Con todo, hoy y mañana y pasado tengo que seguir mi viaje, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los enviados, cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina reúne a los pollitos bajo sus alas; y tú no quisiste! Por eso, la casa de ustedes quedará desierta. Les digo que no me verán hasta [el momento] en que digan: Bendito el que viene en nombre del Señor.
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