Rut 4, 1-6


La boda
Dt 25,5-10

Booz, por su parte, fue a la plaza del pueblo y se sentó allí. En aquel momento pasaba por allí el pariente del que había hablado Booz. Lo llamó:
– Oye, fulano, ven y siéntate aquí.
El otro llegó y se sentó. Booz reunió a diez ancianos y les dijo:
– Siéntense aquí.
Y se sentaron. Entonces Booz dijo al otro:
– Noemí ha vuelto de los campos de Moab y ha puesto en venta la tierra que era de nuestro pariente Elimélec. He querido ponerte al tanto y decirte: Cómprala ante los aquí presentes, los ancianos, si es que quieres rescatarla, y si no, dímelo; porque tú eres el primero con derecho a rescatarla y yo vengo después de ti.
El otro dijo:
– La compro. Booz prosiguió:
– Al comprarle esa tierra a Noemí adquieres también a Rut, la moabita, esposa del difunto, con el fin de conservar el apellido del difunto junto con su herencia. Entonces el otro dijo:
– No puedo hacerlo, porque perjudicaría a mis herederos. Te cedo mi derecho; a mí no me es posible.
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