Tito 1, 5-9


Misión en Creta

Si te dejé en Creta fue para que resolvieras los asuntos pendientes y para que nombraras ancianos en cada ciudad, según mis instrucciones. Que sean irreprochables, fieles a su mujer, con hijos creyentes, no indisciplinados ni de mala fama. Porque el que preside la comunidad, como administrador de Dios, ha de ser irreprochable: no egoísta ni colérico ni bebedor, no pendenciero ni metido en negocios sucios; antes bien, hospitalario, amante del bien, moderado, justo, devoto, controlado; que se atenga a la doctrina auténtica, de modo que pueda exhortar con una doctrina sana y refutar a los que le contradicen.
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