I Corintios 15, 13-19

Porque, si no hay resurrección de muertos, ni siquiera Cristo ha sido resucitado. Y si Cristo no ha sido resucitado, vacía es entonces nuestra proclamación; vacía también nuestra fe, y resulta que hasta somos falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio en contra de Dios, afirmando que él resucitó a Cristo, al que no resucitó, si es verdad que los muertos no resucitan. Porque, si los muertos no resucitan, ni Cristo ha sido resucitado. Y si Cristo no ha sido resucitado, vana es vuestra fe; aún estáis en vuestros pecados. En este caso, también los que durmieron en Cristo están perdidos. Si nuestra esperanza en Cristo sólo es para esta vida, somos los más desgraciados de todos los hombres.
Ver contexto