II Timoteo  3, 2-5

Los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, orgullosos, difamadores, rebeldes a los padres, desagradecidos, impíos, sin corazón, irreconciliables, calumniadores, disolutos, crueles, enemigos de lo bueno, traidores, temerarios, engreídos, más amigos del placer que de Dios, teniendo apariencia de religión, pero renunciando realmente a la fuerza de ella. Apártate también de esta gente.
Ver contexto