Deuteronomio  14, 21

Pero no comeréis ninguna bestia muerta; se la darás a comer al extranjero que está dentro de tus ciudades o la venderás a un extranjero de fuera. Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahvéh, tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Ver contexto