Mateo 6, 1-5

Sed, pues, perfectos, como perfecto es vuestro Padre celestial. Tened cuidado de no hacer vuestras buenas obras delante de la gente para que os vean; de lo contrario, no tendréis recompensa ante vuestro Padre que está en los cielos. Por tanto, cuando vayas a dar una limosna, no mandes tocar la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para recibir el aplauso de los hombres; os lo aseguro: ya están pagados. Cuando vayas a dar una limosna, que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna quede en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa.
Ver contexto