Romanos  3, 24-28

Pero, por la gracia de él, quedan gratuitamente justificados mediante la redención realizada en Jesucristo. Dios lo ha puesto como propiciación en su propia sangre, mediante la fe, a fin de mostrar su justicia al pasar por alto los pecados cometidos anteriormente en el tiempo de la paciencia divina, y a fin de mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y el que justifica a quien tiene fe en Jesús. ¿Dónde está, pues, la jactancia? Quedó eliminada. ¿En virtud de qué ley? ¿La de las obras? De ninguna manera; sino mediante la ley de la fe. Porque sostenemos que el hombre es justificado por la fe, independientemente de las obras de la ley.
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