Romanos  8, 35-39

¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo»? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Conforme está escrito: «Por tu causa somos entregados a la muerte todo el día, fuimos considerados como ovejas para el matadero» (Sal 44,23). Sin embargo, en todas estas cosas vencemos plenamente por medio de aquel que nos amó. Pues estoy firmemente convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni principios, ni lo presente ni lo futuro, ni potestades, ni altura ni profundidad, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios, manifestado en Jesucristo, Señor nuestro.
Ver contexto