Proverbios 31, 1-9

* Palabras del rey Lemuel, Oráculo con que lo corrigió su madre: ¿Qué te diré, hijo mío? ¡Oh, hijo de mis entrañas! ¿Qué decirte, hijo de mis votos? No des tu fuerza a las mujeres, Ni tu vigor a las que corrompen reyes. No es de reyes, oh Lemuel, no es de reyes darse al vino, Ni de príncipes al licor. No sea que bebiendo, olviden lo instituido, Y perviertan el derecho de los afligidos. Dad el licor fuerte al desfallecido, Y el vino a los amargados de alma. Que beban y olviden su miseria, Y de sus penas no se acuerden más. Abre tu boca a favor del mudo, En el juicio de todos los abocados a la muerte °. Abre tu boca y da sentencia justa, Y defiende al pobre y al necesitado.
Ver contexto