II Reyes  23, 4

El rey ordenó a Jilquías, al segundo de los sacerdotes y a los guardias del umbral que sacaran del santuario del Señor todos los objetos fabricados para Baal, Aserá y todo el ejército de los cielos. Luego los quemó fuera de Jerusalén, en los yermos del Cedrón, y llevó sus cenizas a Betel.
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