Levítico 4, 22-24

Si el que ha pecado es un príncipe y se ha hecho culpable, haciendo por ignorancia cualquiera de las cosas prohibidas por el Señor su Dios, cuando se le indique que ha cometido pecado, presentará como ofrenda un macho cabrío sin defecto. Impondrá la mano sobre la cabeza del macho cabrío y lo degollará en el lugar donde se inmola el holocausto en presencia del Señor. Es un sacrificio expiatorio.
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