Genesis 32, 25-29

Entonces se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. Al ver que no podía dominar a Jacob, lo golpeó en la articulación del fémur, y el fémur de Jacob se dislocó mientras luchaban. Luego dijo: "Déjame partir, porque ya está amaneciendo:. Pero Jacob replicó: "No te soltaré si antes no me bendices". El otro le preguntó: "¿Cómo te llamas?", "Jacob", respondió. El añadió: "En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido".
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