Numeros  10, 1-10

El Señor dijo a Moisés: Manda hacer dos trompetas de plata, forjadas a martillo. Ellas te servirán para convocar a la comunidad y para movilizar las divisiones. Cuando se hagan sonar las dos trompetas, toda la comunidad se reunirá delante de ti, a la entrada de la Carpa del Encuentro. Pero si tocan una sola, se reunirán contigo los jefes, es decir, los capitanes de los regimientos de Israel. Cuando ustedes den un toque de trompeta acompañado de una aclamación, se pondrán en movimiento las divisiones acampadas al este; y al segundo toque de trompeta, realizado de la misma manera, lo harán las divisiones acampadas al sur. Así, el toque de trompetas acompañado de una aclamación, los hará avanzar, mientras que para reunir a la comunidad se tocarán las trompetas sin proferir ninguna aclamación. Las trompetas las tocarán los hijos de Aarón, los sacerdotes. Este será para ustedes y para sus descendientes un decreto irrevocable, a lo largo de las generaciones. Cuando ustedes, en su propia tierra, tengan que combatir contra un enemigo que venga a atacarlos, deberán tocar las trompetas profiriendo aclamaciones, y el Señor, su Dios, se acordará de ustedes, y se verán libre de sus enemigos. En las grandes ocasiones, en las fiestas días de luna nueva, tocarán las trompetas sobre sus holocaustos y sus sacrificios de comunión; y este será para ustedes un memorial delante de su Dios. Yo soy el Señor, su Dios.
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