Salmos 74, 12-17

Pero tú, oh Dios, eres mi Rey desde el principio, tú lograste victorias en medio de la tierra: deshiciste el Mar con tu poder y quebraste las cabezas del dragón marino; aplastaste las cabezas de Leviatán y lo diste como alimento a las fieras del desierto. Hiciste brotar manantiales y torrentes, secaste los ríos caudalosos; tuyo es el día, tuya también la noche, tú afirmaste la luna y el sol; fijaste las fronteras de la tierra, formaste el verano y el invierno.
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