I Corintios 10, 4-9

y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo;" pero Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, pues fueron postrados en el desierto. Esto fue en figura nuestra, para que no codiciemos lo malo como lo codiciaron ellos, ni idolatréis, como algunos de ellos, según está escrito: “Se sentó el pueblo a comer y beber y se levantaron para danzar.” Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, cayendo veintitrés mil en un día. Ni tentemos al Señor, como algunos de ellos le tentaron y perecieron por las serpientes.
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