I Macabeos 13, 9-17

Combate nuestras batallas; cuanto nos digas lo haremos.” Juntando todos los hombres de guerra, se dio prisa a concluir los muros de Jerusalén, que quedó fortificada toda en derredor, Envió a Jonatás, hijo de Absalón, con bastante fuerza a Jope, que echó de allí a los que la guarnecían, quedándose en ella. Trifón salió de Tolemaida con un poderoso ejército para invadir la Judea, llevando consigo a Jonatán preso. Simón acampó en Adida, frente a la llanura. Al conocer Trifón que habían nombrado a Simón caudillo en lugar de su hermano Jonatán y que estaba pronto a trabar batalla, le envió mensajeros, diciendo: “Hemos detenido a tu hermano a causa de la deuda que tenía en el tesoro real por los cargos que desempeñaba. Envía, pues, cien talentos de plata y a dos de sus hijos como rehenes, por que al ser libertado no se rebele contra nosotros, y le dejaremos libre.” Aunque entendía Simón que hablaban con engaño, envió el dinero y los dos niños, por no concitar contra sí la enemiga del pueblo, que podría decir:
Ver contexto