I Samuel 14, 7-15

Su escudero le respondió: “Haz lo que quieras. Donde tú vayas, pronto estoy a seguirte.” Jonatán le dijo: “Vamos a pasar hacia ésos y a dejarnos ver de ellos. Si nos dicen: Esperad a que vayamos, nosotros nos quedaremos donde estemos y no subiremos a ellos;" pero si nos dicen: Subid acá, subiremos, porque Yahvé nos los ha entregado en nuestras manos. Esa será para nosotros la señal,” Hicié-ronse ver ambos del puesto de los filisteos, y éstos dijeron: “Mirad, los hebreos salen de los agujeros donde se habían metido”;" y, dirigiéndose a Jonatán y a su escudero, dijeron: “Subid a nosotros y os enseñaremos una cosa.” Jonatán dijo al escudero: “Sube detrás de mí, que Yahvé los ha puesto en manos de Israel.” y sirviéndose de manos y pies, subió Jonatán, seguido de su escudero. Los filisteos volvieron la espalda ante Jonatán, que los hería, mientras detrás de él los mataba el escudero. Esta primera matanza que hizo Jonatán y su escudero fue de unos veinte hombres; en un espacio como de la mitad de una yugada." Trascendió el espanto al campamento, al llano y a todos los puestos de los filisteos, y aun las tres columnas de saqueadores fueron presa del terror. Temblaba la tierra. Fue: un espanto de Dios.
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