II Crónicas  30, 17-19

y como muchos del pueblo no se habían santificado todavía, los levitas inmolaron la pascua por los que no habían tenido el cuidado de santificarse para Yahvé. Una gran parte del pueblo de Efraím, de Manases, de Isacar y de Zabulón, que no se había purificado, comió la pascua sin ajustarse a lo prescrito; pero Ezequías rogó por ellos, diciendo: “Quiera Yahvé, que es bueno, perdonar a todos aquellos que de todo corazón buscan" a Yahvé, Dios de sus padres; no les impute el no estar suficientemente purificados.”
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