II Reyes  25, 27-30

El año treinta y siete de la cautividad de Joaquín, rey de Judá, el día veintisiete del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año primero de su reinado, alzó la cabeza de Joaquín, rey de Judá, y le sacó de la prisión. Le habló con benevolencia, y puso su trono por encima de los tronos de los reyes que con él estaban en Babilonia. Le hizo quitar sus vestidos de preso, y ya siempre comió a su mesa todo el tiempo de su vida. El rey proveyó constantemente a su mantenimiento todo el tiempo de su vida.
Ver contexto