II Timoteo  3, 1-9

Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles, porque habrá hombres egoístas, avaros, altivos, orgullosos, maldicientes, rebeldes a los padres, ingratos, impíos, desnaturalizados, desleales, calumniadores, disolutos, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, traidores, protervos, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios, que con una apariencia de piedad están en realidad lejos de ella” Guárdate de ésos, pues hay entre ellos quienes se introducen en las casas y se captan el ánimo de mujerzuelas cargadas de pecados, que se dejan arrastrar de diversas concupiscencias, que siempre están aprendiendo, sin lograr jamás llegar al conocimiento de la verdad. Y a la manera que Jannes y Mambres se opusieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad, como hombres de entendimiento corrompido, reprobados en la fe. Mas no saldrán con sus intentos, porque su insensatez es a todos manifiesta, como lo fue la de aquéllos.
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