Daniel  13, 59-62

Díjole Daniel: Muy bien, has mentido tú también contra tu cabeza, pues el ángel de Dios tiene pronta ya la espada para rajarte por medio, para aniquilaros. Y toda la asamblea levantó la voz bendiciendo a Dios, que salva a los que en El esperan. Y se lanzaron contra los dos viejos, a quienes Daniel había convencido por su propia declaración de haber falsamente testificado. Y, según la Ley de Moisés, les hicieron como ellos mismos habían maquinado contra su prójimo. Diéronles muerte, y se salvó en aquel día la sangre inocente.
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