Deuteronomio  12, 23-25

pero atente siempre a la prohibición de comer sangre; es la vida, y no debes comer la vida de la carne;" no la comerás; la derramarás sobre la tierra, como el agua;" no la comerás, para que seas dichoso tú y tus hijos después de ti, haciendo lo que es recto a los ojos de Yahvé.
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