Deuteronomio  21, 19-23

lo tomarán su padre y su madre y lo llevarán a los ancianos de su ciudad; y a la puerta de ella" dirán a los ancianos de la ciudad: “Este hijo nuestro es indócil y rebelde y no obedece a nuestra voz; es un desenfrenado y un borracho”;" y le lapidarán todos los hombres de la ciudad. Así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel, al saberlo, temerá.” “Cuando uno que cometió un delito digno de la muerte sea colgado de un madero, su cadáver no quedará en la noche, no dejarás de enterrarlo el mismo día, porque el ahorcado es maldición de Dios, y no has de manchar la tierra que Yahvé, tu Dios, te dará en heredad.”
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