Deuteronomio  22, 1-3

“Si encuentras perdidos el buey o la oveja de tu hermano, no te retires; llévaselos a tu hermano." Si tu hermano habita lejos de ti y no le conoces, recoge el animal en tu casa y tenlo contigo hasta que tu hermano venga a buscarlo y devuélveselo. Lo mismo harás con su asno, con su manto y con todo cuanto perdido encontrares.
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