Deuteronomio  32, 15-18

“Comió Jacob y se hartó, engordó Yesurún y recalcitró — engordaste, te cebaste, te henchiste —, y volvió la espalda a Dios, su Hacedor, y despreció al Dios de su salvación. Provocáronle con dioses ajenos, irritándole con abominaciones;" inmolaron a demonios, a no-dioses, a dioses que no habían conocido, nuevos, de ha poco advenedizos, a los que no sirvieron sus padres. De la Roca que te crió te olvidaste, diste al olvido a Dios, tu Hacedor.”
Ver contexto