Deuteronomio  4, 10-18

Acuérdate del día en que estuviste ante Yahvé, tu Dios, en Horeb; cuando Yahvé me me dijo: “Convoca al pueblo a asamblea para que yo le haga oír mis palabras y sepan temerme todos los días de su vida sobre la tierra y se lo enseñen a sus hijos.” Vosotros os acercasteis, quedándoos en la falda del monte, mientras éste ardía en fuego, cuyas llamas se elevaban hasta el corazón del cielo: tiniebla, nube y oscuridad. Entonces os habló Yahvé de en medio del fuego, y oísteis bien sus palabras, pero no visteis figura alguna; era sólo una voz." Os promulgó su alianza y os mandó guardarla: los diez mandamientos, que escribió sobre las tablas de piedra. Y a mi me mandó entonces Yahvé que os enseñase las leyes y mandatos que habéis de guardar en la tierra que vais a pasar para poseerla. Puesto que el día en que os habló Yahvé de en medio del fuego, en Horeb, no visteis figura alguna, guardaos bien de corromperos haciéndoos imagen alguna tallada ni de hombre ni de mujer, ni de animal ninguno de cuantos viven sobre la tierra, ni de ave que vuela en el cielo, ni de animal que repta sobre la tierra, ni de cuantos peces viven en el agua, debajo de la tierra;"
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