Genesis 45, 1-7

Entonces José, viendo que no podía contenerse más ante todos los que allí estaban, gritó: “¡Salgan todos!” No quedó nadie con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. Lloraba José tan fuertemente, que le oyeron los egipcios y le oyó toda la casa del faraón. “Yo soy José — les dijo —. ¿Vive todavía mi padre?” Pero sus hermanos no pudieron contestarle, pues se llenaron de terror ante él. El les dijo: “Acercaos a mí.” Acercáronse ellos, y les dijo: “Yo soy José, vuestro hermano, a quien vendisteis para que fuese traído a Egipto. Pero no os aflijáis y no os pese haberme vendido para aquí, pues para vuestra vida me ha traído Dios aquí antes de vosotros. Van dos años de hambre en esta tierra, y durante otros cinco no habrá arada ni cosecha. Dios me ha enviado delante de vosotros para dejaros un resto sobre la tierra y haceros vivir para una gran salvación.
Ver contexto