Exodo  2, 15-23

El faraón supo lo que había pasado, y buscaba a Moisés para darle muerte; pero éste huyó del faraón y se refugió en la tierra de Madián." Estando sentado junto a un pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madiáii vinieron a sacar agua y llenar los canales para abrevar el ganado de su padre. Llegaron unos pastores y las echaron de allí; pero Moisés se levantó, salió en defensa de las jóvenes y abrevó su ganado." De vuelta ellas a la casa de Raguel, su padre, les preguntó éste: “¿Cómo venís hoy tan pronto?” Ellas respondieron: “Es que un egipcio nos ha librado de la mano de los pastores, y aun él mismo se puso a sacar agua y abrevó nuestro ganado.” Dijo él a sus hijas: “¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado allí a ese hombre? Id a llamarle para que coma algo.” Moisés accedió a quedarse en casa de aquel hombre, que le dio por mujer a su hija Séfora. Séfora le parió un hijo, a quien llamó él Gersom, pues dijo: “Extranjero soy en tierra extranjera.” Pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel seguían gimiendo bajo dura servidumbre, y clamaron. Sus gritos, arrancados por la servidumbre, subieron hasta Dios.
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