Genesis 2, 1-8

Así fueron acabados los cielos, y la tierra, y todo su cortejo. Y, rematada en el día sexto toda la obra que había hecho, descansó Dios el día séptimo de cuanto hiciera; y bendijo el día séptimo y lo santificó, porque en él descansó Dios de cuanto había creado y hecho. Este es el origen de los cielos y la tierra cuando fueron creados. Al tiempo de hacer Yahvé Elohim los cielos y la tierra, no había aún arbusto alguno en el campo, ni germinaba la tierra hierbas, por no haber todavía llovido Yahvé Elohim sobre la tierra ni haber todavía hombre que la labrase, y sacase agua de la tierra para regar toda la superficie del suelo. Formó Yahvé Elohim al hombre del polvo de la tierra y le inspiró en el rostro aliento de vida, y fue así el hombre ser animado. Plantó luego Yahvé Elohim un jardín en Edén, al oriente, y allí puso al hombre a quien formara”
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