Genesis 24, 2-4

Dijo, pues, Abraham al más antiguo de los siervos de su casa, el que administraba cuanto tenía: “Pon, te ruego, tu mano bajo mi muslo, y júrame por Yahvé, Dios de los cielos y de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos, en medio de los cuales habito, sino que irás a mi tierra, a mi parentela, a buscar mujer para mi hijo Isaac.”
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