Hechos 17, 1-9

Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de judíos. Según su costumbre, Pablo entró en ella, y por tres sábados discutió con ellos sobre las Escrituras, explicándoselas y probando cómo era preciso que el Mesías padeciese y resucitase de entre los muertos, y que este Mesías es Jesús, a quien yo os anuncio. Algunos de ellos se dejaron convencer, se incorporaron a Pablo y a Silas, y asimismo una gran muchedumbre de prosélitos griegos y no pocas mujeres principales. Pero los judíos, movidos de envidia, reunieron algunos hombres malos de la calle, promovieron un alboroto en la ciudad y se presentaron ante la casa de Jasón buscando a Pablo y a Silas para llevarlos ante el pueblo. Pero no hallándolos, arrastraron a Jasón y a algunos de los hermanos y los llevaron ante los politarcas, gritando: Estos son los que alborotan la tierra. Al llegar aquí han sido hospedados por Jasón, y todos obran contra los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús. Con esto alborotaron a la plebe y a los politarcas que tales cosas oían;" pero habiendo recibido fianza de Jasón y de los demás, los dejaron ir libres.
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