Hechos 8, 9-11

Pero había allí un hombre llamado Simón, que de tiempo atrás venía practicando la magia en la ciudad y maravillando al pueblo de Samaría, diciendo ser él algo grande. Todos, del mayor al menor, le seguían y decían: Este es el poder de Dios llamado grande;" y se adherían a él, porque durante bastante tiempo los había embaucado con sus magias.
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