Isaías 44, 10-20

¿Quién forja un dios, quién funde un ídolo para no servir de nada? He aquí que todos sus devotos serán confundidos; los que los hacen son hombres. Que se junten, que vengan todos; temblarán cubiertos de vergüenza." Un herrero aguza el cincel, forja en la fragua su obra, hace la imagen a golpe de martillo y la forja con su robusto brazo; incluso tiene hambre y está sin fuerzas; no bebe agua, está desfallecido." Quien trabaja en madera tira la cuerda de medir, lo marca con el lápiz, lo ejecuta con los cinceles, lo marca con el compás. Hace así como una semejanza de hombre, para que habite en una casa. de un hombre bello. Córtanse cedros, se toma un roble o una encina, se deja crecer fuerte entre los árboles del bosque; se planta un pino, que la lluvia hace crecer," y sirven al hombre para el fuego; toma de ellos para calentarse, enciende para cocer el pan. Además hace con ellos dioses, ante los cuales se prosterna; hace estatuas, que adora." Ha quemado el fuego la mitad, sobre sus brasas asa carne, y se sacia comiendo el asado. Caliéntase luego diciendo: ¡Ea! me caliento, veo la lumbre, Con el resto se hace un dios, un ídolo, que adora prosternándose ante él, y a quien suplica diciendo: Sálvame, porque tú eres mi dios. No saben, no entienden, porque están cerrados sus ojos y no ven, están cerrados sus corazones y no entienden. No reflexionan, no tienen conocimiento ni inteligencia para decir: He quemado la mitad al fuego, sobre sus brasas he cocido el pan, he asado la carne y me la he comido; lo que con el resto haga será una abominación; me prosternaré ante un tronco de madera." Se alimenta de ceniza, un corazón engañado le extravía, y no salva su alma, diciéndose: ¿No es mentira lo que tengo en mi diestra?
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