Isaías 56, 2-4

Bienaventurado el varón que esto hiciere, y el hijo del hombre que a ello se asiere, y que guarde el sábado sin profanarlo y guarde sus manos de toda obra mala. Que no diga el extranjero allegado a Yahvé: “Ciertamente me va a excluir Yahvé de su pueblo,” Que no diga el eunuco: “Yo soy un árbol seco.” Porque así dice Yahvé a los eunucos que guardan mis sábados, y eligen lo que me es grato, y se adhieren firmemente a mi pacto:
Ver contexto